Playful Work Design (Actitud Lúdica en el Trabajo)
Todos trabajamos mucho. Y muy duro. Podemos desarrollar actitudes y comportamientos que nos hagan disfrutarlo más. Y ser más eficaces.
Juega: Todos Ganan
Realizado por Prof Mireia Las Heras y María Barraza, IESE Business School
Nuestro bienestar en el trabajo depende de muchas cosas. Entre ellas del entorno económico, social, político e incluso sanitario. Sin embargo también depende de nuestra actitud. De cómo afrontamos los retos. De cómo nos relacionamos con nuestros colegas. Con nuestro proveedores y clientes. Con nuestro jefes. De cómo reaccionamos ante los cambios. Y de muchas otras cosas que dependes, exclusivamente, de nosotros. De nadie más.
En concreto hay una actitud que puede ayudar enormemente a mejorar nuestra experiencia laboral: Afrontar las actividades con una actitud lúdica. En el juego, nuestra meta es conseguir superar un reto y pasarlo bien durante la consecución del mismo. En nuestro trabajo, también debemos conseguir alcanzar metas, y además, deberíamos pasarlo bien. El juego requiere entusiasmo y energía, además de interactividad. Estas son también características que requiere nuestro trabajo. No somos meros espectadores: debemos tomar decisiones, afrontar retos, buscar alianzas y evitar enemistades. Además, en los juegos hay una serie de reglas que se pueden aprender y que a veces no son explícitas. Sin embargo, el aprendizaje de las reglas y la práctica nos permiten mejorar según vamos sumando experiencia. Eso mismo sucede también en nuestro trabajo. Por lo tanto, si tenemos la habilidad de modificar nuestro trabajo para afrontarlo como un juego y con una actitud lúdica, podremos aprovechar toda una serie de ventajas derivadas.
Usar la ludificación para enriquecer el trabajo
Ciertas características de los juegos se pueden aportar al trabajo y hacer que este se enriquezca y sea mejor:
- Involucrarnos en la consecución de las metas, dejando de ser un mero espectador. Esto es más importante hoy que nunca, ya que tenemos que adaptarnos a nuevos modos de trabajar, o tenemos que aprender nuevos sistemas que implican cambios en la operativa. En este contexto, hemos de involucrarnos y no ser meros espectadores. Involucrarse no implica ser necesariamente miembro de un comité o equipo directivo, implica perseguir continuamente maneras de hacer mejor las cosas, intentar ser más eficaces y eficientes a través de aplicar de manera sistemática el método de prueba y error.
- Encontrar elementos de competición en cada tarea. No es necesario competir contra otros. Podemos perfectamente competir contra nosotros mismos. Además, es importante tener en cuenta de que los trabajos no son juegos de “suma cero”: en los que si yo gano otros pierden. En general los trabajos son juegos colaborativos. En los que si yo mejoro: el conjunto mejora.
- Encontrar elementos de diversión en cada tarea. La diversión es otro elemento clave. Esta es una variable que se puede conseguir disfrutando en el proceso de consecución de la tarea, por ejemplo, a través de las relaciones que se generan con los compañeros. Esto no quiere decir que no sea algo cansado o que requiera esfuerzo. De la misma manera que sucede en cualquier juego, uno puede cansarse, agotarse e incluso llegar hasta el límite de no poder más; pero el reto de superarse y conseguir lo mejor de uno mismo ayuda a continuar y ahondar en el esfuerzo.
- Aprender de las tareas y experiencias, para así tomar cada vez mejores decisiones. Repetir algo muchas veces no es garantía de aprendizaje. Se requiere experimentar. Preguntar. Probar. Medir. Tener una actitud abierta al cambio, a la prueba y error, a la innovación. Y eso nos hace más capaces de seguir aprendiendo. De incorporar mejoras. De ser empleables. De la misma manera el aprendizaje en el mundo del juego nos convierte en mejores jugadores, en el ámbito profesional nos llevará a ser mejores trabajadores.
Incorporar estos cuatro elementos (la involucración en las tareas, el identificar los elementos de competición y los de diversión, así como el aprender a través de las tareas) nos puede aportar muchas ventajas a nosotros como empleados, a nuestra empresa, y a la sociedad en general. El incorporar esta actitud lúdica en el trabajo nos va a permitir disfrutar más de nuestro trabajo y, al mismo tiempo, reducir nuestra resistencia al cambio.
Cuando una persona es capaz de incorporar el modo lúdico en su trabajo, busca de manera natural la colaboración y el aprendizaje mutuo, y esto tendrá un impacto en una mejor consecución de los objetivos. Disfrutará más de su trabajo. Y eso lo llevará además a otros ámbitos de desarrollo personal, como la familia y la sociedad.
Referencia al estudio:
Mujeres y Hombres Trabajando en Remoto durante COVID-19” Estudio liderado por IESE Business School, Prof. Mireia Las Heras y Maria Barraza.
Con la colaboración de: ESE Business School, Universidad de los Andes, Chile – Prof. Maria Jose Bosch; CIHE, Universidad del Istmo, Guatemala – Prof. Hugo Cruz-Concordia Bienestar - Silvia Liñan, Magdalena Cedillos; Visum Consultores, Juan Pablo López en Honduras, Carmen Irene López, de El Salvador, Roberto Rosales, Nicaragua, Néstor Jiménez y Adrián Rodríguez, Costa Rica; Pedro Sáenz, vicerrector de UNIFRANZ, Bolivia, PAD Business School, Universidad de Piura, Perú - Beatriz Vegas.
Muestra: 2690 personas, con un total de 9800 días reportados. El 98% de los participantes son de España, Chile, México, Bolivia, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Bolivia y Guatemala.
Estudio realizado por:
Con la colaboración de:
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