La importancia de tener una marca de empleado, el personal branding, es especialmente relevante en situaciones de crisis. La marca personal ayuda a mantener vínculos estables con otros profesionales garantiza la visibilidad, el conocimiento, la orientación y el apoyo que pueden ser necesarios en determinadas situaciones. Y las relaciones sociales, ya sean planificadas o fortuitas, son una fuente de progreso y nuevas oportunidades.

En momentos de cambio, inestabilidad en el trabajo y evolución constante, rápida, de empresas y productos, la percepción que otros tienen de nosotros, el conocimiento que hemos desarrollado, y las personas con las que nos relacionamos tienen una gran importancia para fomentar oportunidades profesionales. La marca de empleado, el personal branding, ayuda a la creación de redes de contactos. Nos obliga a crear contenidos. Nos empuja a clarificar nuestra identidad. De hecho, este concepto está detrás de muchas comunidades, como LinkedIn. Pero también otras, más específicas, como por ejemplo en el ámbito de la investigación Researchgate. Crear y mantener la marca de empelado nos incentiva a generar aprendizaje mutuo y a profundizar en las relaciones personales de ámbito profesional.

La importancia de la marca de empleado no es nueva. Pero sí se ve multiplicada en un mundo cambiante. En constante y acelerada evolución. Donde los conocimientos y las experiencias son relevantes. Pero también lo son las actitudes y los valores.

Las siguientes infografías muestran algunas ideas para generar, construir y acrecentar el valor de nuestra marca de empleado.