Ayer me di cuenta de nuevo: Tú tienes poder. Yo tengo poder. Déjame que te explique: tuvimos la suerte de estrenar, a nivel mundial, una dinámica gamificada con cookiebox, sobre la resolución de conflictos en clave femenina. Se trataba de resolver, como si de un juego se tratase, una situación de conflicto. ¿Y qué aprendimos?
Que tengo (que tú tienes) “cartas de poder”:
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Tus competencias, es decir tu saber hacer –que además se multiplica al utilizarlos, pues se desarrollan más y mejor
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Tus actitudes, tu capacidad de tener una mirada nueva, de optimismo, de energía, de apertura a nuevas opciones
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Tus relaciones, y el acceso a información que estas te dan, y el apoyo que te ofrecen
Aprendimos que hay más elementos a tener en cuenta, ya que:
- Hay imponderables, y que cuanto mejor preparado estés mejor sabrás aprovecharlo (en el caso de que sea un imponderable positivo), o capearlo, en caso que sea negativo.
- Hay casillas de avance… que debes buscar: como pueden ser proyectos de especial relevancia, departamentos que te ofrecen mayor exposición a una serie de personas y de tareas, etc.
Y que hay casillas que son la “muerte”…las famosas líneas rojas que no debes permitir en ningún caso. No permitas que te roben tus valores (o te hagan abandonarlos). Que te falten al respeto. Que te acosen… Esas son líneas qeu nunca se deben cruzar. Pase lo que pase.
Y todo ello, teniendo en cuenta nuestro poder mágico: el de transformar el conflicto inter-personal en INTRA-PERSONAL. Es decir: pasar de “el problema es el otro(s)” a “hay algo que yo podría hacer mejor”.
¿Te animas a probarlo?
Guau, Mireia, suena muy bien!